Avenidas Duarte y Mella, entre desafíos y resiliencia económica

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alles limpias, módulos nuevos y numerados, una mejor distribución y un poco más de seguridad es lo que se percibe al transitar por la avenida Duarte tras su remozamiento. Una fachada remodelada, que trata de mantener la esencia de una de las calles que más actividad comercial ha tenido durante los últimos 94 años.

De hecho, es considerada una de las principales arterias comerciales de República Dominicana. Desde que el dictador Rafael Leónidas Trujillo ascendió al poder, hasta la actualidad, esta avenida ha sido punto de dinamismo económico con sus actividades dirigidas a los sectores comercial y gastronómico.

Ha sido el lugar donde, durante décadas, miles de emprendedores han conseguido el sustento para sus familias a través del intercambio de mercancías. Sin embargo, vendedores de la zona aseguran que el flujo comercial se ha ralentizado.

Andrés Báez, un vendedor de lentes de sol y cabello para extensiones, afirma que la situación económica es complicada, debido a que la remodelación realizada por las autoridades afecta directamente las ventas.

“Antes vendía más que ahora (después de la remodelación). No le encuentro beneficio económico, aunque sí ayuda a que estemos más organizados”, explica Báez, quien lleva 35 años desempeñándose como buhonero en la Duarte.

Su testimonio coincide con el de otros comerciantes de la zona, como es el caso de Enrique Melendi, vendedor de maletas con 32 años en la calle Duarte, quien considera que ha habido una baja en las ventas, aunque dice que es por las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 19 de mayo.

“Yo generaba aproximadamente RD$60,000 al mes, pero no estoy vendiendo igual; veremos ahora luego de las elecciones”, menciona. También dijo que teme que sus ventas disminuyan considerablemente cuando la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) le asigne su módulo.

Asimismo, Héctor Cruz, primer vocal de la Asociación de Buhoneros Paseo Comercial Duarte (Asobupacodu), coincide en que las ventas se ralentizaron días previos a los comicios.

No obstante, destaca los beneficios de la reorganización tras el remozamiento. “Ahora no tenemos nuestras mercancías desorganizadas ni cargadas en carretillas, tampoco se mojan. También hay más seguridad y la gente se siente más cómoda al momento de comprarnos”, señala.

Cruz explica que cada módulo debe pagar RD$600 mensuales al ADN, y que ahora son considerados microempresas.

Enfatiza, también, que una de las principales quejas que recibe de los buhoneros es que los vendedores ambulantes, pese a los esfuerzos del ayuntamiento por sacarlos de las calles, continúan vendiendo la misma mercancía que ellos sin pagar impuestos municipales.

Por otro lado, Ángel Peguero, vendedor ambulante de medias y franelas, sostiene que, a pesar de haber más tiendas y comercios, el auge de las importadoras chinas son las responsables del declive de las ventas. “Actualmente hay una competencia desleal con las importadoras chinas”, expresa.

Con más de 30 años en la Duarte, Peguero, quien también se hace llamar el Historiador de la Duarte, resalta el trabajo de organización realizado en la arteria comercial. Indica que sólo los domingos en la noche se podía ver tal orden.

“He mantenido a mi familia e incluso tengo mi casa gracias a este trabajo. Sin embargo, no considero una buena opción tener un módulo porque no me gusta tener mercancía paralizada, no me resulta viable”, comenta.

Grandes comercios

La avenida Duarte ha enfrentado su propia evolución y desafíos. Esto queda evidenciado en los grandes comercios ubicados allí desde los 80. Tal es el caso de Centro Moda, tienda con 41 años en el mercado que se ha mantenido a pesar de los cambios.

José Piñero, gerente ejecutivo de Centro Moda, atribuye la permanencia de este establecimiento comercial al tiempo y sacrificio dedicados. Señala que siempre ha habido cambios económicos con cada nuevo gobierno, pero es “necesario seguir luchando”.

Resalta el auge de los comercios chinos, al tiempo que los cataloga como su principal competencia: “Es fuerte y no nos podemos defender legalmente. Esto afecta directamente al comercio local”. Sin embargo, explica que no tienen inconvenientes con los buhoneros, no los ven como amenaza, ya que se trata de un “ecosistema” donde hay espacio para todos de forma organizada.

Piñero, como miembro de la Asociación de Comerciantes de la Duarte, recalca que ha visto una disminución en sus miembros debido a la competencia y a una “economía estancada”. Dice que actualmente hay menos de 12 miembros como parte de la Asociación, entre esos: La Gran Vía, Vestir de Hoy, Tiendas La Paloma, La Bomba, Tiendas Garrido, entre otros.

Otro de los grandes comercios y con una larga permanencia en la calle Duarte es Garrido, una de las tiendas por departamentos más grandes de la zona, que desde 1968 ha brindado sus servicios de venta de distintos productos.

El gerente de ventas de Garrido, Pedro Marte, con 53 años trabajando para esta empresa, cuenta que el motivo de la permanencia de esta tienda a lo largo de este tiempo se debe a la estabilidad de quienes la dirigen.

A pesar de las dificultades y cambios que se han presentado, Marte asegura que no se han visto afectados ni por los vendedores ambulantes ni por los comercios chinos. Sostiene que sus ventas se han mantenido estables y que esa constancia y equilibrio es lo que ha logrado que los clientes los prefieran sobre otros comercios.

Avenida Mella

La avenida Mella es considerada la segunda arteria comercial más importante del país y un patrimonio urbano de la cultura dominicana. Fue la cuna de emprendimientos que luego se convirtieron en empresas de renombre. Su liderazgo como centro de compras de Santo Domingo y de otras zonas aledañas se mantuvo encendido durante décadas.

En esta vía nacieron algunas de las tiendas y empresas más emblemáticas del país. Los cambios y la aparición de nuevos comercios han afectado su actividad comercial, mostrando una decadencia notable en comparación con la Duarte. Unos pocos negocios han permanecido, resistiendo el declive en la afluencia de público. Los que operan han tenido que adaptarse y renovar sus estrategias para continuar en el mercado.

Tal es el caso de Mercería Siragusa, un negocio familiar con más de 70 años. Su actual encargada, Rellita Cuevas, cuenta cómo ese tipo de mercancía (materiales para manualidades) era muy solicitada, pero que, a raíz de las nuevas tendencias, los compradores prefieren obtener artículos ya listos.

“Antes, las personas valoraban más las manualidades y era importante tener conocimientos básicos de costura. Ahora prefieren comprar el producto terminado, no optan por arreglar piezas ni crearlas, como era costumbre”, explicó.

Señala que esto los ha llevado a cambiar su táctica de comercio para poder mantener el negocio. Han recurrido a las ventas al por mayor, como suplidores de otras mercerías en distintas provincias del país.

En una entrevista para elDinero, Cuevas, quien también es miembro de la Asociación de Comerciantes de la Mella, indica que parte de la decadencia de esa arteria comercial se debe a la creación del Barrio Chino.

Puntualiza que estos representan la principal competencia para los negocios del área, desde mercancías para el hogar hasta puestos de comida, a un precio mucho más económico que los dominicanos, y sin pagar impuestos. Hace referencia a la eliminación de los buhoneros de la zona. Cuevas considera que estos mantenían la movilidad de la zona, por los productos que vendían.

Valor histórico

El nacimiento de la avenida Duarte surge en 1930. Abre por primera vez en esta fecha con el nombre “José Trujillo Valdez” en honor al padre del dictador. Tras la muerte de Trujillo, en 1961, se reinaugura la avenida con el nombre del fundador de República Dominicana, Juan Pablo Duarte.

Ha sido cuna del comercio desde los años 30. Ha albergado cientos de comercios, algunos de estos ya inexistentes, tales como: Almacenes Rodríguez, Estilo Joven, Kalea y Calzado París, entre otros.

Asimismo, la avenida Mella nace con la llegada a República Dominicana de migrantes de diversas nacionalidades: españoles, judíos, chinos, libaneses, árabes, palestinos y sirios, estos últimos eran llamados “turcos”, y conocidos por su espíritu emprendedor y habilidades comerciales.

A lo largo de su historia, la Mella ha sido conocida con distintos nombres. En la época colonial era referida como la calle del Muro, por los “turcos” que tenían prohibido vender dentro de la ciudad y recurrieron a ventas clandestinas tras el muro de la ciudad. Años después fue renombrada como calle Capotillo, en honor al grito de Restauración, y más adelante, desde 1934 lleva el nombre de avenida Mella en homenaje al padre de la patria Ramón Matías Mella.

La investigadora histórica, Ángela Peña, la vía evolucionó hasta ser un lugar destacado y atractivo para actividades de ocio y compras de todo tipo de mercancías.

La Mella fue conocida por sus cines: Capotillo, Mi Cine, Apolo y Lido. Este último reconocido por sus proyecciones de contenido para adultos.

También nació el primer supermercado del país, que en sus inicios era “Colmado Nacional”, actualmente Supermercados Nacional del Grupo CCN.

Además, otros negocios que se destacaron, como la Sirena, periódico La Nación, el café-restaurante El Trocadero, mercería La Siragusa, Ferretería Cuesta, Colchonería La Reyna, La Casa de los Cuadritos, Molino Deportivo, La Innovación, Librería Fersorbe, zapatería Los Muchachos, entre otros.

Mejoras, desafíos y problemáticas

Mary Pimentel, presidenta de la Asociación de Buhoneros de la Duarte con París, detalla las principales ventajas, desafíos y problemáticas a los que se han enfrentado luego de las remodelaciones realizadas por el ayuntamiento.

  • Casetas seguras. Según Pimentel, las calles y los vendedores están mejor organizados, y hay mayor seguridad. Indica que esto les brinda estabilidad y crea confianza en los compradores. Gracias a los nuevos módulos y el proyecto de remodelación, la Duarte tiene una mejor presentación.
  • Cambios de mercancía. Uno de los principales desafíos que enfrentan es el cambio de mercancías. Pimentel señala que la normativa de organización cuenta con restricciones de artículos para ventas. Esta nueva estrategia les impide la venta de ciertos productos en los nuevos módulos, entre los cuales menciona productos agrícolas, frutas, vegetales, especias y líquidos. Agrega, también, que esta restricción ha afectado a comerciantes que vendían este tipo de mercancías durante varios años, y que no todos han podido adaptarse a ese cambio. “Ha sido difícil para muchos porque no todos han tenido la capacidad de ajustarse a esa transición”, dijo. Además, resaltó que esta ha sido la principal queja por parte de los buhoneros, ya que afecta directamente sus ingresos.
  • Vendedores ambulantes. Esta es una de las principales problemáticas que han surgido luego del remozamiento. “Estos vendedores pueden vender todo lo que para nosotros está prohibido, y por ende tienen mejores ganancias que nosotros”, indicó.

Plan de remozamiento en la Duarte

En 2021 iniciaron los trabajos de remozamiento de la avenida Duarte.

Esta iniciativa, llevada a cabo por la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN), busca recuperar, organizar y transformar este eje comercial.
Según datos del ADN, RD$309 millones se invirtieron para la intervención del drenaje pluvial y cloacal, el adoquinado de la calle y se crearon módulos nuevos. Además, se realizó un iluminado en luces led, se colocaron muebles, aceras, contenes y murales coloridos.

Para garantizar la sostenibilidad del proyecto, se construyó una sede de la Alcaldía (Edificio Administrativo) en la calle Jacinto de la Concha esquina París. Este edificio de 2 niveles y 6 parqueos frontales, alberga las oficinas de Aseo Urbano, Espacio Público, Policía Municipal; además de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte (Digesett) y la Policía Nacional.

El Barrio Chino es punto de encuentro gastronómico y de actividad comercial

El Barrio Chino de Santo Domingo fue inaugurado en 2008 como símbolo de las relaciones interculturales entre República Dominicana y China. Desde su inauguración, el barrio sirve como punto de encuentro para la comunidad china en el país caribeño, así como un lugar de transmisión de la cultura asiática y dominicana.

Ubicado entre la Duarte, México y Mella, sin dejar fuera de su territorio la calle Benito González de Villa Francisca, el barrio cuenta con restaurantes que ofrecen tanto platos chinos como dominicanos, así como supermercados que venden productos de origen asiático, un templo y una escuela de idioma chino. Además, se realizan ferias cada fin de semana donde los visitantes pueden disfrutar de la cultura china y su gastronomía, y hay parques y fuentes que ofrecen un espacio para el descanso y la relajación.

Rosa Ng Báez, exrepresentante comercial de República Dominicana en China, es considerada la fundadora del Barrio Chino de Santo Domingo. También es directora de “Flor para todos”, institución que promueve la cooperación, la educación, la autogestión, las comunicaciones, el arte y el conocimiento general de la cultura china en la región del Caribe y que en Santo Domingo.

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