¿Influyen las criptomonedas en el mercado de valores?
La popularidad de las criptomonedas va en aumento. De ser dinero digital de poca fiabilidad, se ha convertido en una clase de activo entre inversores minoristas e institucionales que buscan la forma de usarlas como medio de pago, aun en países donde todavía no son reconocidas.
El mercado de criptomonedas ha crecido tanto en los últimos años que especialistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) destacan la conexión que existe entre mercados de valores y los precios de los criptoactivos que se mueven en sincronía con las acciones bursátiles.
Una fuerte caída en los precios de Bitcoin puede aumentar la aversión al riesgo de los inversores y provocar una caída en la inversión en los mercados de valores.
“Antes de la pandemia, los criptoactivos como Bitcoin y Ether mostraban poca correlación con los principales índices bursátiles. Se pensaba que ayudaban a diversificar el riesgo y actuaban como cobertura frente a las oscilaciones de otras clases de activos”, indica un análisis colgado en el blog del FMI.
En ese sentido, el director comercial y de marketing de la plataforma de compra y venta de criptomonedas Bitpoint Latam, Ricardo Armenta, destacó que la volatilidad en el mercado cripto es natural y a medida que avanza, gana madurez.
Agrega que “los efectos indirectos entre los mercados de criptomonedas y de acciones tienden a aumentar en episodios de volatilidad de los mercados financieros, como en la turbulencia del mercado de marzo de 2020, o durante cambios bruscos en los precios de Bitcoin, como se observó a principios de 2021”.
Explicó que anteriormente los movimientos eran más bruscos y frecuentes, mientras en el Bitcoin había subidas y bajadas muy pronunciadas, en los mercados financieros tradicionales también había una recuperación importante.
En tanto, el experto en finanzas, Fernando León, explicó que entre el mercado de valores de Estado Unidos y las criptomonedas más importantes (Bitcoin y Ethereum) recientemente han aumentado la correlación, moviéndose en la misma dirección, pero con una menor profundidad de movimiento.
“Otro tipo de relación que puede existir entre ambos mercados es si una de las empresas que cotiza en bolsa tiene una posición en alguna criptomoneda, la acción de dicha empresa se puede ver afectada si el precio de la criptomoneda en la que invirtió sube o baja”, puntualizó.
Para un inversionista con un perfil de riesgo conservador, no es recomendable invertir en criptomonedas. Mientras que si tiene un perfil moderado-agresivo, lo recomendable sería invertir no más de un 5% de su portafolio total y de esa posición. “Invertiría alrededor de un 85% a 90% en las más grandes por tamaño de mercado (BTC y ETH) y el restante en otras que tengan buen potencial de crecimiento dada su tecnología”, opinó León.
Considera que el mercado de criptomonedas es muy riesgoso, tanto por volatilidad de precio como por proyectos sin fundamentos que pueden quebrar en cualquier momento. Lo importante, a su juicio, es verificar el proyecto, la tecnología, el tiempo que tiene activo, el tamaño y el volumen negociado de la moneda, entre otras variables.
Estabilidad
León descartó que el mercado de criptomonedas puede desestabilizar los mercados financieros, debido a que hay una diferencia entre el tamaño de los mercados financieros comparado con el de criptomonedas.
Gian Paulino, del puesto de bolsa Alpha Inversiones, concuerda al destacar que actualmente no ven posibilidad de que las criptomonedas puedan desestabilizar los mercados financieros.
“La dimensión del mercado de criptomonedas y la participación de estos activos en los portafolios de los mayores actores económicos y financieros no es lo suficientemente relevante para tener un impacto que desestabilice significativamente los mercados”, dijo Paulino.
El ejecutivo de Alpha Inversiones puntualizó que parte de los riesgos actuales que tienen estos activos digitales es la volatilidad, pero destacó que irá disminuyendo a medida que más inversionistas institucionales vayan entrando al mercado, participando de manera activa y cuando exista una mínima estructura regulatoria que evite el uso fraudulento.
“Las oportunidades que vemos es una clase de activo distinta y no correlacionada con los instrumentos actuales de inversión y sobre todo la tecnología del blockchain que entendemos será beneficioso para eficientizar procesos como transferencias de activos globales, contratos inteligentes, entre otros”, agregó.
En ese aspecto, funcionarios del FMI indicaron que debido a la volatilidad y valoraciones relativamente altas, el movimiento en conjunto podría plantear riesgos para la estabilidad financiera, especialmente en países con una adopción generalizada de criptografía.
El “oro digital”
Las criptomonedas también son llamadas “oro digital”. Incluso el banco de inversiones JP Morgan sostuvo que el Bitcoin se convirtió en un rival del oro y que este podría llegar a establecerse como activo de refugio.
Fernando León explicó que, aunque es cierto que tiene el potencial de futuro convertirse en un futuro en un “Oro 2.0”, todavía le falta mucho camino que recorrer.
“Empezando por el valor intrínseco que tiene el oro, la diferencia en la capitalización de mercado de un activo y otro, y también la adopción generalizada por los países y el público en general”, afirmó el experto en finanzas.
Mientras que el director de Bitpoint enfatizó que el mercado cripto aún está muy lejos del oro, pero la tasa de crecimiento del mismo está siendo muy acelerada y “se puede ver en el mediano plazo que los criptoactivos desplacen al oro como mercado con mayor capitalización”.
Puntualizó que el oro es el activo con mayor capitalización de mercado en la historia. En la actualidad hay alrededor de 11.5 trillones de dólares en oro en el mercado global. Por su lado, la capitalización de mercado de los criptoactivos ronda los 2 trillones de dólares, de los cuales el 42.6% corresponde a Bitcoin, con una capitalización de mercado de 810 billones de dólares.
“A medida que el mercado cripto evoluciona, los inversionistas lo consideran en mucho mayor proporción y va ganando popularidad respecto al oro”, agregó Armenta. “Aunque en el corto plazo el reemplazo no llegará, mirando en el largo plazo, esto puede ocurrir”, agregó.
Para Armenta, el mundo está a un par de décadas de ver esto hecho una realidad y que las reservas de oro, aunque valiosas, “sean cuestión del pasado”.