En Pepillo Salcedo hay expectación por rehabilitación del puerto y otras obras para Manzanillo
La gente salía de sus casas la mañana del pasado viernes curiosa por saber quiénes iban en la caravana de vehículos que se movía por sus frentes. Tres ministros del gobierno con sus colaboradores y asesores inquietaron el tranquilo municipio costero de Pepillo Salcedo para llevar más promesas a sus habitantes, algunas ya escuchadas de pasados gobiernos, como la rehabilitación y ampliación del viejo Puerto de Manzanillo, que opera desde 1946.
“Oigo noticias de que van a repararlo (el puerto). Quiera el gran poder de Dios que se dé”, dijo a Diario Libre Ana Élsida en la galería de su casa.
De los 50 años residiendo en Pepillo Salcedo (9,772 habitantes estimados al 2020), ella calcula que tiene ocho escuchando planes para intervenir el puerto desde donde se exporta el 60 % del banano dominicano, un porcentaje que se busca subir y también el flujo de barcos de carga, para que sea un hub regional.
Durante el jueves y el viernes de la semana pasada, los ministros de la Presidencia, Joel Santos (interino); de Economía, Pável Isa; y de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, fungieron como emisarios. Se movían de una reunión a otra con políticos, líderes comunitarios y empresarios de Montecristi y Dajabón, a quienes repetían que el gobierno procura la inversión pública-privada de unos 2,000 millones de dólares en la bahía de Manzanillo y la región Cibao Noroeste para una serie de obras. Además, firmaron un pacto de compromiso sostenible con dicho desarrollo.
“A Manzanillo habían venido en diferentes gobiernos y aquí se nos ha planteado de todo; aquí se nos han planteado hasta restaurantes debajo del agua”, les dijo el abogado Luis Peña, durante un diálogo con la comunidad.
Durante las reuniones los asistentes también les recordaron a los ministros viejos problemas, como falta de agua potable y de manejo de desechos sólidos, depredación medioambiental, perjuicios a la salud por la descarga de clínker en el puerto y la alta migración haitiana, que preocupa en especial a Santiago Riverón, alcalde de la fronteriza Dajabón. Este cuestinó si el desarrollo “será para los dominicanos o para los haitianos” o para ambas naciones.
El banano es la estrella
En un encuentro con productores de banano de la Línea Noroeste, Hilario Pellegrini, presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Banano (Adobanano), les comunicó a los ministros que están optimistas con el puerto, pero les hizo saber que desde 2016 el sector se enfrenta a “una crisis constante que no ha parado”, unos precios en el mercado “a la caída” y una competencia internacional “bastante agresiva”.
El banano es el principal producto que se exporta por el puerto hacia Europa. Antes salía de aquí el 80 % de lo producido en la Línea Noroeste, pero ahora es el 60 %, por la preferencia de algunos productores por el puerto de Caucedo en Boca Chica.
Son unos 225 contenedores semanales los que salen desde Manzanillo, que representan unos 88.4 millones de dólares al año, cifras que se esperan incrementar tras la anunciada ampliación.
“Han pasado muchos gobiernos y nunca lo he visto”, dijo Ismael Guzmán, quien es portero en una escuela, al referirse a la rehabilitación del puerto. “(Dicen) que Manzanillo es la tasa de oro, que es el huevo de oro, pero yo nunca he visto nada de eso”.
Mientras esperaba en un motor a que los funcionarios avanzaran en sus vehículos, le dijo a Diario Libre: “Nítido se pone (cuando lo modernicen). Más fuente de trabajo y de todo”.
Manzanillo: “el otro Pedernales”
En la punta sur de la frontera, en Pedernales, el gobierno promueve un desarrollo turístico millonario. En la norte, en Montecristi, obras económicas.
Además de modernizar el puerto, se tiene pautado un astillero, plantas de generación eléctrica, saneamiento, intervención de carreteras, adecuación de playas y adhesión al sistema de emergencias 9-1-1. Se espera que las etapas de construcción generen más 3,000 empleos, inclusive para los haitianos.
Una buena parte de las obras están en planes, con excepción de Manzanillo Power Plant, cuyo promotor realiza los trabajos civiles, y se dio el primer picazo en noviembre de 2021 de dos hoteles de la cadena extranjera Súper 8 en Pepillo Salcedo y Montecristi.
El Plan Maestro de todas las obras sigue en proceso de diseño. Un pequeño mapa con distribuciones que los ministros socializaban la mañana del viernes ha tenido modificaciones. El definitivo se conocerá en un borrador del plan que el gobierno prevé recibir en diciembre y presentarlo en febrero de 2023.
El Plan Maestro lo elabora la firma consultora Allience WSP y un equipo del US Army Corps of Engineers, con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), informó el Ministerio de la Presidencia.
El puerto, que es de las obras que más se promueve, costará 46 millones de dólares y cuenta con financiamiento del Banco Interamericnao de Desarrollo (BID). El inicio de su intervención está pautado para el primer semestre de 2023.
Otra obra en camino son dos plantas que se comenzarán a construir en marzo de 2023 por más de 1,500 millones de dólares: una de 400 megavatios más una terminal de gas natural y otra de igual cantidad de potencia. Ambas se adjudicaron en junio pasado; la primera al Consorcio Haina Investment Co., Enerla y Shell, y la segunda al Consorcio Manzanillo Energy, Costal Petroleum y Lindsayca.