Haití, a la espera de la distribución de combustible para afrontar crisis
Todavía no hay evidencia de que comenzara la distribución de combustible en Haití, luego de que el Gobierno recuperó el control de la principal petrolera y las bandas armadas garantizaron que no obstaculizarán el flujo de los carburantes.
La circulación de combustible significaría una mejora a la crisis en Haití para la apertura y puesta en funcionamiento de centros de salud, escuelas y permitir la libre circulación de bienes y servicios afectados desde mediados de septiembre por el bloqueo a Varreux.
Al final de la semana pasada, medios locales informaron que la oficina del primer ministro felicitó la acción policial y anunció que los combustibles estarían disponibles a partir de ayer en las estaciones de servicio, pero esto no se comprobó.
«El gobierno tomará todas las medidas necesarias para restaurar la vida en todo el territorio nacional, facilitar la continuación de la escolarización de los niños y poner en marcha las obras de construcción que hemos anunciado», se lee en el texto de la oficina de Ariel Henry.
La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh, en francés) instó al gobierno a coordinar los esfuerzos para garantizar la disponibilidad de combustible. «La prioridad es salvar vidas y brindar alivio y una mejora en las condiciones de vida de la población», escribió en Twitter la oficina política de la ONU.
La ONU también reconoció «la encomiable labor» realizada por la Policía Nacional de Haití (PNH) por recuperar el control de Varreux. La institución del orden dijo que seguirá consolidando su presencia y posicionamiento en el área de la terminal en Vare.
“La Policía Nacional está decidida a continuar la lucha incansable para asegurar el perímetro de Vare, facilitar la salida del gas para que se pueda hacer el reparto en los surtidores para que la vida se reanude como se debe”, dijo la institución.
Aunque la Policía de Haití tomó el control de la terminal, no podía garantizar la seguridad en las carreteras que dan acceso a ella. Por tanto, Jimmy Chérizier, el líder de la coalición de pandillas conocida como G9, anunció el fin del cerco y aseguró que se puede ingresar al área sin temor.
“Queremos que nuestros hijos vuelvan a la escuela lo antes posible. Queremos que el costo de la vida se reduzca al máximo”, dijo Chérizier, un expolicía conocido como Barbecue, quien dijo ser «un patriota» y “un nacionalista» que busca “cambiar» las condiciones de vida de los haitianos.
Chérizier fue objeto de sanciones por el Consejo de Seguridad de la ONU, que lo acusó de participar en actos que amenazan la paz y la estabilidad, así como dirigir o haber cometido atropellos graves de derechos humanos.
Anteriormente, el líder pandillero exigió para desbloquear la terminal petrolera amnistía, cargos dentro del gobierno y la eliminación de las órdenes de captura para sus compañeros.
Esta escasez de combustible contribuyó a la parálisis económica y la crisis humanitaria en Haití, con el cierre de los hospitales, afectando el servicio de distribución de agua y el saneamiento. En este entorno, el cólera reapareció en el país luego de tres años sin que se reportara un caso.
La enfermedad ya ha causado 120 muertes, con un total de 5,829 casos sospechosos, 571 confirmados y 4,999 hospitalizados. En su último informe, el departamento precisó que, de los fallecimientos, 76 se produjeron en centros institucionales y 44 en domicilios.