Cómo el nivel económico de la familia Duarte fue un factor determinante en la vida del patricio
Mucho se habla de cómo los viajes de estudios que realizó Juan Pablo Duarte a Europa durante su adolescencia lo pusieron en contacto con los ideales liberales de la Revolución Francesa. Se dice que fue lo que influyó en sus actitudes posteriores en las luchas independentistas por las que hoy se celebra su natalicio.
No obstante, el historiador Juan de la Cruz va más allá y atribuye el origen de su impulso a una fórmula que, incluso, hoy es tomada en cuenta: su hogar. No cabe duda que contar con los recursos para viajar y conocer jugó un papel trascendental en sus acciones, pero tal como detalla el experto, habría que mirar más atrás en su historia para conocer la realidad.
Cuna de los ideales
Juan Pablo Duarte, que arriba a su 210 natalicio, antes de llegar a su “destino” Barcelona, obtuvo conocimientos de cada ciudad que visitó, desde España, hasta Estados Unidos, pasando por Francia e Inglaterra. Sin embargo, tal como detalla De la Cruz a elDinero, ya había recibido de sus padres una formación.
De hecho, el aprendizaje incluyó ejemplos a seguir. “Su padre, Juan José Duarte, fue el único español de origen que vivía acá y no firmó el manifiesto de adhesión a la ocupación haitiana”, sostiene. Explica que casi todos los demás comerciantes de distintas nacionalidades “importantes” accedieron a la ocupación haitiana.
Se trató de un acontecimiento que “incluso fue conocido por gran parte de la ciudad de Santo Domingo” y como consecuencia, acompañó al patricio durante su juventud. Cuando “don Juan José Duarte se negó a firmar ese manifiesto”, el prócer era un niño de “apenas 9 años”.
Es en el momento en que se produce la ocupación. “Esto tuvo una gran incidencia en Juan Pablo Duarte porque esto se comentaba aún después de ser más mayorcito, es decir, de tener más edad”, agregó.
¿Factor o apoyo económico?
Otro dato sobre la vida de Juan Pablo Duarte, que suele estar en los temas de debate, es su posición socioeconómica. Es de dominio público que nació y creció en el seno de una familia de clase media-alta (acomodada) que se dedicaba al comercio de artículos de marina y ferretería en la zona portuaria de Santo Domingo.
El hecho de que el padre del libertador se haya opuesto a la ocupación haitiana, no cambió esa realidad para la familia. Aunque aclara que tras negarse a firmar fueron sometidos a una vigilancia, ya tenían un negocio establecido.
“Los tenían, como te digo, vigilados de cerca, pero no significó que ellos (haitianos) le impidieron a él (don Juan José Duarte) que siguiera con su negocio. Lo que ellos no permitían era que nuevas personas incursionaran en nuevos negocios sin adquirir la nacionalidad haitiana”, señala. Es decir, si no se unían a la nacionalidad haitiana, no podían hacer negocio.
Cuenta que la vigilancia era más bien por un propósito político, “por si había algún tipo de actitud conspirativa de parte de don Juan José Duarte en su familia”. No obstante, fue en ese período que logró un avance económico significativo por la ubicación de su negocio, les permitió a ellos el mantener un flujo económico. “A pesar de esa vigilancia, ellos mantuvieron un intercambio comercial, de venta de artículos ferreteros y de marina”, agregó.
Como resultado, Juan Pablo Duarte tuvo todas las oportunidades para conocer otras culturas y cultivar su espíritu libertador. “A los 16 años tuvo la oportunidad de continuar sus estudios. Fuera del país conoció otras realidades, como la de Estados Unidos, que era un país con un nivel de desarrollo mucho mayor que el nuestro”, destaca. Luego de ahí pasa, por ejemplo, a Inglaterra y conoce la realidad que vivía esa nación en ese entonces, y pasa a Francia, que tiene una tradición de lucha y tradición libertaria.
Es ahí cuando, probablemente, su ideal se estructura. Viviendo en España, comenta el historiador, conoció el espíritu y el desarrollo de una nacionalidad independiente. En ese entonces, en Barcelona, más específicamente en la región de Cataluña, estaba librando una gran lucha por su separación, una realidad que pudo resultar conocida para el prócer.
“Duarte vivió en un momento allá en España, donde la lucha por la independencia y la libertad tenía una gran carga”, agrega. Aunque De la Cruz entiende que la condición de ser de una clase media alta, “de una pequeña burguesía alta”, no fue determinante, los medios económicos le facilitaron poder plasmar sus ideales. “Para llevar a cabo su idea, incluso, recibió el apoyo económico de sus padres, don Juan José Duarte. Por ejemplo, le donó la casa donde hoy está el Museo Duarte”.
El negocio familiar le permitió poder dejar varias casas y una fortuna que el historiador calificó de considerable. “Vamos a decir como herencia”, dijo. Asimismo, detalló que, por aquel entonces, el gobierno tomó medidas distintas a las que se habían adoptado bajo el poder español, que tenía un monopolio.
Juan Pablo Duarte: desprendido y radical
Al momento de hablar de Juan Pablo Duarte, De la Cruz resalta que “es muy difícil que una persona de recursos elevados” se exponga a quedarse sin nada y apueste a una independencia sin tener todo el panorama claro. Es decir, sin la certeza de que tendría éxito.
Es así como señala que Duarte pudo prever que una vez se logrará esa independencia, iba a poder recuperar los negocios de su padre, “como Duarte le dice en una comunicación a su familia”. Asimismo, destaca que eso habla de una persona desprendida, que creía firmemente en la independencia como la única posibilidad que tenía el pueblo dominicano para constituirse en una nación libre y soberana.
Otra circunstancia que podría haber motivado al patricio, de acuerdo con el profesor de la Escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) , estaría en que también pudo vivir en carne propia el menosprecio que recibían muchos de los dominicanos antes de ir a España a estudiar. “Él vio cómo eran, por ejemplo, maltratadas las personas que vivían de este lado porque no eran haitianos. Solo el que asumiera la nacionalidad haitiana tenía toda la libertad de tránsito. Toda la libertad para invertir sin ningún tipo de objeción”, dijo.
Para concluir, Juan de la Cruz describe a Juan Pablo Duarte “un hombre radical en cuanto a que República Dominicana debía ser libre e independiente de toda dominación extranjera”.
“Juan Pablo Duarte siempre aspiró a que la República Dominicana fuera una república fecunda en bienes. Él aspiraba a un país donde hubiese un sistema de producción incluyente, donde se tomaran en cuenta todos los ciudadanos. Donde se distribuya más equitativamente los resultados de esa producción y de ese desarrollo económico que adquiera la nación”, finaliza.