Sequía impacta a bananeros y ganaderos en la línea noroeste
La sequía tiene un impacto negativo a nivel socioeconómico e hidrológico. Actualmente, ganaderos y bananeros de la denominada “Línea Noreste” del país (Valverde, Montecristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Puerto Plata y otras) sufren estos efectos, los cuales ya reportan pérdidas que, de prolongarse, podría ser más perjudiciales al cierre de este año.
Los ríos Yaque del Norte, Mao, Ámina y Guayubín como muchos de sus afluentes, están prácticamente secos, indica Beato Hernández, encargado de Producción del gremio Bananos Ecológicos de la Línea Noroeste (Banelino). En efecto, esto genera que sus gastos se incrementen para mantener la plantación debido a la escasez.
“Tenemos que alquilar bombas sumergibles constantemente. En caso de tener una, entonces se nos va el dinero en combustibles”, expresa Hernández. Todo este esfuerzo es para mantener las exigencias del tamaño, color, sanidad, peso y calidad de los bananos, ya que de lo contrario no calificarían para ser exportados.
De este sistema pluvial se abastecen arroceros, plataneros, tabaqueros y ganaderos, pero en el caso del sector que representa hay fincas “estresadas”, es decir, que han desmejorado en los racimos, por lo que prevén una producción por debajo de lo estimado, debido a que tendrán que colocar más bananos para completar la cantidad de kilo en cada caja. “Esto es menos comisión para las fincas”, precisa el representante de Banelino, asociación que integra 238 productores, desde Santiago hasta Montecristi y despacha cerca de 30,000 cajas semanales.
El presidente de la Asociación de Ganaderos de la Línea Noroeste en Dajabón, Aníbal Cruz, calcula entre 130 y 140 la cantidad de reses que han fallecido durante esta sequía estacionaria, la cual tiene “desde noviembre del año pasado” sin lluvia en esa zona. “Cada cabeza tiene un precio cercano a los RD$600,000”, apunta. De ser así, las pérdidas serían alrededor de RD$85 millones.
A pesar de las cifras, Cruz sostiene que los números no son “alarmantes”, ya que comparados a otros períodos de sequía, “hemos perdido hasta 1,500 reses aquí. Sin embargo, lo ideal y nuestro objetivo es que no se muera ni una”, expresó. Al tiempo, señaló que en esa provincia no han llegado las pacas que las autoridades anunciaron y que han facilitado en otras provincias para contrarrestar la crisis.
Para el director y vocero de la Unión Arrocera Dominicana (UAD), Heraldo Suero Díaz, la sequía no representa preocupación y sostiene que la primera cosecha de arroz está garantizada en el país, de la cual se espera más de 4.5 millones de fanegas a finales de marzo y principios de abril de este año.
“Como este cultivo es de ciclo largo y que además se encuentra en una fase de maduración y corte, no requiere ni demanda mucha agua en esta etapa. Por esa razón no estamos en una situación crítica. Preocupante sería si estuviéramos en el ciclo de siembra, ahí sí”, expresó.
Agregó que la actual escasez de lluvias son en algunas zonas y no a nivel nacional. También, que en un caso hipotético de que se cayera la producción, el país cuenta con un inventario de seguridad suficiente para suplir la demanda. “República Dominicana inicia su cosecha con más de 3.5 millones de quintales de arroz, eso podría sostener al menos por tres meses”, dijo Suero.
Precipitaciones de lluvias
Desde diciembre de 2022 hasta febrero 2023, de 30 zonas estacionarias que se monitorean en el país, solo San José de Ocoa registra un comportamiento de lluvias por encima (62.5%) de su normalidad que son 79.3 milímetros (mm) de precipitaciones, pues reportó 128.9 mm, de acuerdo a Manuel González Tejera, especialista agropecuario y asesor del Ministerio de Agricultura.
Cuatro estaciones (San José de los Llanos, Salcedo, Cabrera y Moca) se consideran aceptables. Mientras, las restantes 25 están por debajo de su normalidad, por ende, están experimentando una fuerte sequía, indica González.
En las demarcaciones de la Línea Noroeste, se tiene que en Montecristi, las lluvias han disminuido cerca de un 80% al registrar 37.8 mm, ya que su normalidad son 185 mm entre diciembre de 2022 y febrero 2023. En tanto, Santiago Rodríguez tiene un 63.7% menos de lluvias, puesto que refleja 39.3 mm y sus precipitaciones normales son de 108.4 mm.
En Gaspar Hernández, provincia Espaillat, las lluvias han disminuido un 40.4% al registrar 319.2 mm, pues sus lluvias normales son de 535.2 mm. Mientras, en Santa Cruz de Mao (provincia Valverde) la sequía de agua es de un 78.7% tras acumular solo 20 mm y su normalidad de precipitaciones son de 94.1 mm. En Santiago se reporta un 22.6% la disminución de lluvias, a causa de que acumula 128.8 mm y su condición normal es de 166.4 mm.