Estudio afirma eliminar o debilitar la cesantía sería un retroceso injustificable y contraproducente

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Ante los esfuerzos del sector empresarial de eliminar la figura de la cesantía del código laboral dominicano, sectores académicos debaten y defienden sobre la pertinencia de mantenerla señalando la desprotección que implicaría para las y los trabajadores.

Una investigación presentada por Francisco Tavárez y Matías Bosch Carcuro sobre «Ingresos y Pobreza Laboral en República Dominicana»,  plantea que eliminar la cesantía sería un retroceso injustificable y contraproducente. 

«La cesantía no es un gasto puramente empresarial: es un dispositivo legal mínimo de protección que reduce la vulnerabilidad inmediata de los trabajadores y trabajadoras frente a la pérdida del empleo, y amortigua los efectos sociales y familiares de una situación así (pobreza, deserción escolar, trabajo infantil, informalidad creciente)», refieren los analistas. 

Agregan que quitar o erosionar ese mecanismo, cada vez menos robusto por la precarización del empleo y los salarios, transferiría más aún los costos y riesgos al trabajador y a la sociedad, aumentando su fragilidad.

En sus conclusiones, los estudiosos sostienen que la  discusión debería orientarse a la formalización del empleo, especialmente en los sectores claves de la economía como empleo estatal, industria, construcción, turismo, comercio y agropecuaria. 

Además, garantizar mecanismos para salarios justos y suficientes y participación equitativa en los beneficios empresariales.

Proponen preservar el auxilio de cesantía y no solo como «derecho adquirido» para empleados/as actuales sino futuros, así como diseñar dispositivos y programas para el apoyo a las Mipymes, que componen alrededor del 95% del tejido empleador del país.

ingresos no cubren la canasta básica

En el estudio realizado en noviembre de este año, Tavárez y Bosch Carcuro presentan el contexto de la Reforma al Código de Trabajo, puntualizando sobre la realidad que vive la clase trabajadora.

Refiere que el crecimiento acumulado del salario real promedio entre 2016 y 2024 fue de apenas 10.4%, RD$2,567, en casi una década, y de solo RD$433 de 2019 a 2024, lo indican pone de manifiesto la vigencia de una política que privilegia los salarios deprimidos como factor para la acumulación de ganancias, la competitividad empresarial y el crecimiento en la economía.

Sin embargo, apuntan que entre el 2016 y el 2024, la productividad laboral medida por el PIB (producto bruto interno) y por horas trabajadas, ha crecido un 48.5%, lo que contrasta con el crecimiento de solo 11.2% de los ingresos laborales reales, lo que dicen evidencia una distribución de la riqueza producida casi de 1 a 4 entre trabajo y capital.

Al comparar los ingresos proveniente del trabajo con el costo de la canasta básica, los académicos plantean que el ingreso medio de RD$28,217 apenas cubre el 61% del costo de la canasta nacional que se ubica en RD$45,447.8 y que, si se considera la canasta del primer quintil, es decir, del 20% de hogares de menor ingreso, igual a RD$27,179, y la canasta básica o línea de pobreza, de RD$22,748, el ingreso laboral promedio antes mencionado apenas puede alcanzar a nivelarlas.

pobreza laboral

El análisis señala que entre 2016 y 2024, la pobreza laboral mostró un repunte significativo en la población no pobre.

«En 2016, el 48.9% de la población ocupada se encontraba en situación de pobreza laboral, cifra que se redujo a 36.0% en 2024, equivalente a una caída de casi 13 puntos porcentuales, si se considera el conjunto de ingresos laborales», puntualiza el estudio.

Al darle una mirada de género, los investigadores señalan que en 2016, el 47% de los hombres y el 50.8% de las mujeres estaban en situación de pobreza laboral y que para 2024, estas cifras se redujeron pero siguieron siendo altas: 33.1% y 39.0%.

Análisis de la propuesta de los empresarios

Al examinar la propuesta de reforma laboral que aún se estudia en el Congreso Nacional y en la que los gremios empresariales aspiran a que se elimine la cesantía, Tavárez y Bosch Carcuro plantean que la propuesta del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom) no plantea cómo conciliar el enfoque de protección al salario y la compensación por pérdida del empleo, con el enfoque que habla de «carga laboral», más aún en un escenario de alta precariedad y pobreza en el trabajo.

Señalan que la reforma del código laboral, para cumplir con lo que dispone la Constitución de la República, debe enfocarse en lo siguiente:

  1. • Elevar y proteger los salarios y el poder adquisitivo para superar la pobreza.
  2. • Superar las lógicas de sobreexplotación del trabajo y dotar a las familias de ingresos suficientes para una vida digna.
  3. • Hacer efectiva la indexación salarial general por inflación, así como la indexación por Ley en el pago del Impuesto Sobre la Renta.
  4. • Asegurar mecanismos que permitan la justa distribución de los beneficios y los aumentos de la productividad en las empresas.
  5. • Eliminar la informalidad, la tercerización, el uso de los supuestos «períodos de prueba» y toda práctica similar de precarización jurídica del trabajo.
  6. • Proteger y ampliar la sindicalización y la negociación colectiva.
  7. • Consolidar el auxilio de cesantía, la protección en el desempleo y la seguridad social como bienes públicos, suficientes y universales.• Cerrar las brechas de género y permitir a hombres y mujeres una vida digna en base al trabajo.
  8. • Ampliar el mercado interno, la producción de valor agregado, y apoyar a las Mipymes como principales actores del tejido empleador del país.

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