Caen asesinados dos niños por la inhumana delincuencia

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Tenía sólo 16 años, una vida por delante, sueños, anhelos, una hermanita que era su alegría y una madre por la que se desvivía, quien ahora le llora intranquila, angustiada por no saber cómo afrontar un día a día sin él.

Carlos Féliz Fernández era el hijo menor del dirigente perremeísta Carlos Féliz, y el mayor de los retoños de Margarita Fernández. El adolescente fue asesinado a machetazos en la proximidad de la estación “Puente Blanco” del teleférico de Los Alcarrizos, en Santo Domingo Oeste.

“Él era alegre, un muchacho tranquilo, respetuoso, amoroso, que siempre estaba pendiente. A cualquier vecino que le preguntes te puede decir lo bueno que era mi niño”, aseguró su madre.

De acuerdo con el testimonio de Margarita, el hecho ocurrió el pasado viernes, alrededor de las 9:30 de la noche, cuando “Carlitos” se encontraba compartiendo con un grupo de amigos y varios desaprensivos se acercaron con intención de “atacarlos”, los acompañantes echaron a correr, pero, aunque él también lo intentó, no tuvo la misma suerte y fue agredido de espalda con un machetazo en la cabeza.

“Él echó a correr, pero no pudo porque él era gordito y alto, así como yo”, señaló Fernández con evidente tristeza. “Le dieron tres machetazos en la cabeza, en los brazos y en las piernas”, aseguró su madre, quien detalló con tristeza como él amaba las artes.

Apasionado de las artes

Carlos cursaba el quinto de bachiller, antiguo tercero, con especialidad en artes dramáticas. Hace poco que escribió un monólogo y guardaba varias canciones escritas por él mismo, que nunca nadie podrá escuchar.

Su madre dice que le encantaba improvisar y que antes de irse al encuentro, con los otros tres jóvenes que eran sus vecinos del entorno, le había pedido permiso para salir y ella había preparado una pasta que era de su antojo, “pero nunca volvió a cenar”.

Cuando eran alrededor de las 9:17 de la noche, Margarita le llamó para ver dónde estaba y él le compartió un vídeo indicando que aún se encontraba a las afueras de la estación Puente Blanco, con la promesa de que regresaría pronto.

Sin embargo, la próxima vez que tocaron la puerta de su hogar, en el propio sector Los Alcarrizos, correspondiente a ese municipio, no era la persona de su hijo, sino la noticia de la trágica tragedia que despertó su sed de justicia.

Su progenitora, quien tiene una bebé de 11 meses de edad, dijo que recibió el anuncio de lo ocurrido unos 15 minutos después de haber hablado con él, cuando irrumpieron en su casa para decirle que estaba muerto; no obstante, Carlos solo estaba gravemente herido y no fue hasta la tarde del sábado cuando se reportó su fallecimiento por un paro cardíaco en el Hospital General Doctor Vinicio Calventi.

“Cuando lo fui a ver mi hijo estaba vivo, él respondía. Le lloraba un ojo, movía una mano, una pierna y se tocaba el vientre; pero cuando volví me di cuenta de que mi hijo no estaba bien”, declaró Margarita.

Asedio de las pandillas

La popular modalidad delictiva de atracos a mano armada, robos masivos e imposición de “poder y orden”, bajo las denominadas bandas que pelean entre sí por tomarse sectores y calles como suyos, han vuelto al asedio en Los Alcarrizos.

Según la familia de Carlos Féliz Fernández, los rumores apuntan a que la muerte al adolescente está ligada a este tipo de ataques delincuenciales que se han tomado sus calles y les han robado la tranquilidad en estos días.

“Tú estás acostado en la noche y escuchas cuando pasan, el sonido de los motores y a veces uno se pone en las ventanas y ve cómo son de veinte motores para allá”, indicaron los familiares del adolescente.

Reunidos en la sala, apoyándose unos con otros, exigieron a las autoridades que esclarezcan los hechos y que se haga justicia en torno al caso.

“No sabemos qué vamos hacer. Yo no sé como voy a continuar sin mi hijo, solo le pido a las autoridades que se haga justicia”, indicó Margarita, mientras esperaba que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) haga entrega del cuerpo de su “niño” para proceder con el velatorio.

Otras dos personas también resultaron heridas de bala incluyendo un menor de 16 años producto del tiroteo que se originó en el sector La Cambronal de Santiago, por este hecho la policía persigue a los responsables de escenificar el tiroteo.

Caso en Santiago

El niño de 10 años de edad murió de dos disparos y otras dos personas resultaron heridas, cuando dos bandas armadas se enfrentaron a tiros en el sector El Cambronal, próximo a Hospedaje Yaque en la ciudad de Santiago.

La víctima fue identificada como Kerventz Derosier, un ciudadano haitiano que recibió disparos en una mano y en el abdomen. Los restos del infante fueron trasladados a su país de origen, ya que sus padres decidieron sepultarlo en Haití.

La Policía Nacional informó que los heridos son un menor de 16 años y un adulto, quienes reciben atenciones médicas en centros de salud de la ciudad de Santiago.

El adolescente de 16 años resultó herido en el pie izquierdo y está ingresado en el hospital infantil regional universitario Arturo Grullón. El adulto herido está hospitalizado en el hospital regional universitario José María Cabral y Báez.

El niño que resultó muerto jugaba con unos amigos en el lugar donde se registró la balacera.

El vocero de la policía en Santiago, capitán Fernando Pérez Valerio, indicó que las investigaciones del caso están en curso, por lo que están persiguiendo a cuatro integrantes que iban a bordo de un carro marca Hyundai y color blanco, de donde se realizaron los primeros disparos.

El oficial explicó que en el lugar donde ocurrió el tiroteo opera un punto de venta de sustancias controladas.

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