Oscar Peralta, “Consumismo desplaza Espiritu Navideño”
La esencia de la Navidad está en el compartir con la familia y la celebración del nacimiento de Jesucristo, pero el paso de los años y los avances tecnológicos han hecho de esta fecha un momento para el derroche.
Al menos 174 países de los 201 existentes celebran la navidad, una época de tradición familiar, de encuentro, reconciliación, peticiones de paz, amor y prosperidad, que surgió para conmemorar el nacimiento de Jesucristo (la llegada del niño Dios).
Sin embargo, la esencia de esta festividad se ha ido perdiendo con el tiempo, y es que el modelo capitalista imperante en el mundo ha transformado lo religioso y espiritual en una ocasión para que la vanidad salga a relucir.
La Navidad en sí es una tradición religiosa para rememorar el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre, no obstante, las festividades inician a principios de mes y terminan en enero.
//De lo religioso al consumismo//
La relación que se le ha dado a esta época del año con los regalos, la ropa nueva, los decorados de las casas y las grandes cenas y fiestas, ha traspasado la frontera de lo religioso y se ha convertido en una época de consumismo.
El gasto de las familias alrededor del mundo se dispara con la llegada de esta fecha, debido a que se ha conseguido instaurar en las cabezas de los consumidores la idea de que para celebrar la Navidad es ineludible ir de compras.
Durante todo el año, se hace común escuchar a las personas quejarse de los precios de los productos en el mercado, sin embargo, en Navidad estas quejas quedan a un lado y las calles y centros comerciales se llenan de individuos ansiosos de comprar lo que «necesitan», sin tomar en cuenta que en esta época las mercancías son aun más costosas.
La fiebre de la Navidad puede incluso arrastrar a muchos al endeudamiento o a la solicitud de adelantos de utilidades en sus trabajos. Una gran cantidad de personas suele recurrir a las tarjetas de crédito para acarrear estos gastos sobre los cuales es válido cuestionar¿son necesarios?
Por lo general, lo que impera en la decisión de gastar tanto dinero en esta época es el no querer dejar sin regalos a sus familiares y amigos. Gastar una alta suma de dinero en las fiestas navideñas pareciera ser la certificación de amor hacia los hijos, parejas, madres, padres, entre otros.
Para estas fechas, los comerciantes utilizan campañas publicitarias o promociones tan «atractivas» que a muchos se les hace imposible caer en la trampa del consumismo.
El gran bombardeo publicitario empieza más de un mes antes de que llegue la Navidad, y por lo general, quienes inician con este acecho son las fábricas de juguetes, que a través de sus coloridos y divertidos comerciales intentan atrapar a los niños para que estos a su vez arrastren a sus padres a comprar el producto como regalo de Navidad.
Asimismo, se hace muy común ver en los comercios «rebajas» de mercancía, algunas de ellas reales pero otras engañosas. Los comerciantes tienden a subir el precio de los productos y colocar en carteles grandes y llamativos la palabra «oferta», pero realmente el consumidor está llevando el artículo al costo real.
Tan efectivas se hacen estas estrategias comerciales, que estudios en diferentes países como España, Estados Unidos y Colombia, revelan que en el mes de diciembre se realizan al menos el 50 por ciento de las compras de todo el año.
La Navidad para los pobres
El cerebro humano asocia la navidad con felicidad, regalos, fiestas, colores, luces y un sin fin de cosas alegres, sin embargo, en el mundo hay millones de personas que no pueden ser parte de estas celebraciones tan marcadas por el consumismo.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, cerca de mil millones de personas en el planeta viven en pobreza extrema.
Para los pobres esta época es muy triste o simplemente no tienen Navidad. Su condición de vida no les permite siquiera hacer una modesta cena navideña, mucho menos comprar ropa, juguetes o adornos.
Mientras millones de personas van por el mundo derrochando su dinero en cosas no tan necesarias para celebrar estas fiestas, otras solo añoran tener un lugar donde vivir, comida y salud.
Vive la navidad con conciencia, Óscar Peralta te invita a seguir estos consejos para hacer que estas fechas además de celebración y reflexión sean responsables.