China dice que ya media en Ucrania pero no rompe filas con Rusia
China defendió este lunes su papel como mediador entre Rusia y Ucrania pero advirtió de que la invasión rusa no variará un ápice su “relación estratégica” con Moscú, afirmó el ministro de Exteriores chino en su rueda de prensa anual en Pekín.
“Hay que promover la paz y el diálogo, y China ya ha hecho algunos esfuerzos al respecto. Ha habido dos rondas de negociaciones y esperamos que haya una tercera. Cuantas más divergencias, mayor es la necesidad de sentarse a negociar”, dijo Wang en respuesta a las voces que han pedido a Pekín que dé un paso al frente como mediador.
Wang, que compareció ante los medios en paralelo a la sesión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), puso como ejemplo de mediación la llamada del presidente chino, Xi Jinping, a su homólogo ruso, Vladímir Putin, poco después del ataque ruso.
“China está dispuesta a seguir jugando un papel constructivo a la hora de facilitar el diálogo y trabajar con la comunidad internacional cuando la situación lo demande”, agregó.
Tras sugerir que China posibilitó que ambas partes se sentaran a la mesa, el jefe de la diplomacia china volvió a apostar por la neutralidad y la ambigüedad sobre el conflicto: evitó de nuevo usar la palabra “invasión” e insistió tanto en “el respeto a la integridad territorial de todos los países” como en la atención que se debe prestar a las “demandas de seguridad legítimas” de Rusia.
El canciller, que anteriormente hizo pública su aversión a las sanciones occidentales, ladeó hacia Moscú al dejar claro que la “asociación estratégica” entre ambas potencias sigue “firme como una roca”, que las perspectivas de su colaboración son “inmensas” y que esta alianza “contribuye a la paz y a la estabilidad”.
Wang también pidió que la ayuda humanitaria a Ucrania “no se politice” y que se centre en “proteger a los civiles, prestar atención a los desplazados y garantizar la seguridad de los extranjeros que viven allí para que puedan volver a sus países”.
“Los ríos no se congelan en una noche de frío”, señaló al considerar que la “crisis” en Ucrania tiene “causas bien complejas” y que lo más importante ahora es “mantener la calma y la razón”.
La Cruz Roja de China proveerá de asistencia humanitaria a Ucrania, informó el canciller, sin más detalles.
Pide a la Unión Europea una estrategia “independiente”
Preguntado sobre si el ataque ruso y las consecuentes sanciones occidentales debilitarán los lazos entre China y la Unión Europea (UE), Wang descartó ese escenario. “Conviene separar los asuntos” y “la cooperación entre ambos, pese a altibajos, no se puede revertir”, sentenció.
“El diálogo y la cooperación entre China y Europa dotará de mayor estabilidad a un mundo cada vez más turbulento”, indicó el canciller, antes de recordar que la cooperación bilateral es cada vez más “fructífera” y que los intercambios alcanzaron el año pasado una cifra récord de US$800,000 millones.
“Parece que hay fuerzas -en velada referencia a Estados Unidos- a las que no les gusta el desarrollo de nuestras relaciones. Se inventan cosas como ‘la amenaza china’ o que somos ‘rivales sistémicos’. Provocan la confrontación. Esperamos que Europa adopte una visión más objetiva e independiente de China, sea pragmática y se oponga a una ‘nueva guerra fría’”, manifestó.
Según Wang, China y la UE tienen “intereses comunes” y “necesidades estratégicas similares”, y espera que en la próxima cumbre del 1 de abril se hagan “esfuerzos conjuntos” para profundizar la relación y “manejar adecuadamente” las diferencias.
Contra Aukus, “la OTAN del Pacífico”
El canciller pasó una exhaustiva revista a la actividad de su cartera -de Afganistán a la península coreana-, pero entre los asuntos en los que más incidió estuvo el pacto AUKUS entre Washington, Canberra y Londres, iniciativa a la que se refirió como “la OTAN del Pacífico”.
“El Indo-Pacífico necesita desarrollo y cooperación, ese es su espíritu, no que se le trate como el tablero de una partida de ajedrez. China rechaza cualquier intento de crear círculos de influencia”, apuntó, antes de exigir a EE.UU. “medidas que ayuden a solucionar los problemas en lugar de inflamarlos”.
Uno de ellos es, sin duda, Taiwán, isla que Pekín reclama y que, según el ministro, no guarda ningún paralelismo con lo ocurrido en Ucrania: “Son completamente diferentes en esencia. Taiwán es un asunto interno de China mientras que el conflicto allí es uno entre dos países. La esperanza de Taiwán radica en la reunificación”, afirmó.
Wang se refirió brevemente a Latinoamérica, región a la que definió como “una tierra de esperanza y no el patio trasero de nadie”.
Dijo que, desde que comenzó la pandemia, China ha enviado allí 400 millones de dosis de vacunas contra la covid y que en 2021 el comercio bilateral sobrepasó los 400.000 millones de dólares por primera vez.
“Lo que la gente allí necesita es justicia y cooperación beneficiosa. China y Latinoamérica forman parte del mismo mundo de países en desarrollo y tienen las mismas aspiraciones de independencia y revitalización”, concluyó.