80.79 % de la deuda de RD no se amortiza, se paga de un tirón
El 80.79 por ciento de la deuda pública dominicana no se amortiza, debido a que fue contratada en bonos emitidos internacional y localmente. Ese perfil la convierte en una deuda cada vez más propensa a eternizarse y con mayor posibilidad de renovación o permanencia del saldo adeudado.
Desde que en el año 2001 el país asumió la emisión de nonos soberanos como uno de sus principales mecanismos para financiar el Presupuesto General del Estado, el perfil de la deuda pública comenzó a cambiar, pasando la supremacía de los acreedores de oficiales a privados. El estreno fue con una emisión por US$500 millones a la que le siguió otra de US$600 millones. Para entonces se argumentó que se invertirían los fondos obtenidos en obras que con sus retornos se pagarían los montos asumidos.
Ya los bonos son la forma de financiamiento presupuestario más utilizada. En los últimos cuatro años cuyos presupuestos fueron ejecutados y en el que transcurre, la participación de los bonos en la estructura de la deuda pública ha ido subiendo consistentemente. En el 2018 representaron el 75.49 por ciento, en el 2019 subieron a un 77.00 por ciento, en el 2020 a 78.00 por ciento y en el 2021 a 79.99 por ciento.
Al 31 de marzo del año en curso, la deuda pública dominicana ascendió a US$50,503.6 millones, y de ese monto al endeudamiento en bonos correspondían US$40,803.6 millones, para una ponderación del 80.79por ciento. Este monto estaba compuesto por US$27,734.3 millones en bonos colocados en el mercado internacional, para una representación equivalente al 76.2 por ciento de la deuda externa dominicana. La otra parte corresponde a bonos emitidos internamente principalmente por el Ministerio de Hacienda, que acumulaba el equivalente aUS$10,557.8 millones, que representaban el 74.8 por ciento de la deuda pública interna.
Los bonos tienen la particularidad de que no se amortizan, es decir que la deuda mientras no vence solo recibe el pago de los intereses pactados y el capital se paga a vencimiento. Por la cuantía da cada emisión, cuando llega la fecha de saldar casi siempre se hace una emisión nueva por el valor del instrumento que vence y se salda. De los bonos en circulación, los de más cercano vencimiento son para el próximo año y hay con vencimiento en el 2046.
Al cierre del primer trimestre del 2022, la deuda pública privada, que es la que se contrata con la banca y con los inversionistas que adquieren los bonos soberanos, representaba el 76.2 por ciento de la deuda externa y la deuda oficial, contratada con gobiernos y con organismos multilaterales, era el 23.8 por ciento.
En cambio la deuda multilateral, que es la negociada con entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instancias crediticias similares, sumaba al 31 de marzo pasado US$6,703.3 millones, con una ponderación del 18.4 por ciento de la deuda externa dominicana.
Mientras que los compromisos bilaterales, que son los originados en negociaciones con los gobiernos, acumulaban un balance de US$1,949.3 millones, que representaban el 5.4 por ciento de la deuda dominicana con el exterior.
La tendencia mayoritaria de endeudamiento vía la emisión de bonos soberanos es creciente. De US$24,277.9 millones en el 2018 subió a US$27,677.7 millones en el 2019, pasó a colocarse en US$34,805.7 millones en el 2020 y cerró el 2021 con un balance de US$38,134.6 millones.
Ya para el 31 de marzo pasado el balance de la deuda pública contratada a través de la emisión de bonos, internos y externos, acumulaba un balance de US$40,803.6 millones.
La mutación del financiamiento de gobiernos y organismos multilaterales de financiamiento a bonos soberanos está muy vinculada a la rapidez con que se obtienen los recursos y a la menor condicionalidad para lograr el financiamiento. Los organismos multilaterales exigen regularmente que haya proyectos con estudios de factibilidad, montos de contrapartida y otros requisitos. Los bonos se colocan generalmente con la opinión que hacen de la economía del país las agencias calificadoras de riesgo. El costo de colocación, medido por la tasa de interés a la que sean adquiridos los instrumentos por los inversionistas, está dado por el riesgo país.
Además, el destino del financiamiento en bono es para sustentar operaciones ordinarias del Presupuesto General del Estado, mientras que con los organismos multilaterales se limita a proyectos de inversión, a obras de infraestructuras.
La deuda oficial, que hasta el 2015 tenía en Venezuela su principal suplidor, ha ido perdiendo terreno en el escenario de los compromisos financieros dominicanos. En el año 2018 representaba la deuda bilateral o contratada con gobiernos, el 9.7 por ciento de la deuda externa dominicana, con un balance de US$2,094.3 millones, y al 31 de marzo pasado había caído a una participación de 5.4 por ciento de la deuda pública con el exterior, y un monto de US$1,949.3 millones.
La pérdida de espacio de la deuda oficial dentro de la deuda externa dominicana es consecuencia de la compra anticipada que hizo el Gobierno dominicano en el 2015 de la deuda Petrocaribe, que sumaba unos cuatro mil y tantos millones de deudas y el país la adquirió con un descuento de un 55 por ciento del valor . Para entonces Venezuela era el mayor acreedor bilateral de República Dominicana. Ahora es el segundo menor, con un balance al 31 de marzo de US$2143 millones, El mayor es Francia, que tiene una cartera en el país ascendente a US$1,043,6 millones, equivalente al 2.9 por ciento de la deuda externa dominicana..