Autopista del Ámbar: no habrá “peaje sombra” para unir POP con Santiago

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Sigmund Freund,  titular de la Dirección General de Alianzas Público Privadas (DGAPP),aseguró que en el pasado, y especialmente cuando se firmaron los acuerdos por concesión para la autovía del Nordeste que conectaría a Santo Domingo con Samaná (2001), no existía el contexto normativo ni institucional que se tiene hoy, con la Ley 47-20 de Alianzas Público Privadas.

“Si nosotros aplicamos de manera correcta la Ley, no tiene por qué ocurrir proyectos fallidos que han salido tan costoso para el Estado dominicano”.

Sobre la Ley, aprobada apenas en febrero del 2020, la DGAPP tiene una propuesta de modificación para su mejora, que llevará al Congreso, por lo que el funcionario citó varias razones por las que la autopista del Ámbar no repetirá el error del pasado.

El más importante, destaca, es la correcta distribución de los riesgos del proyecto, donde la parte privada también asuma su cuota. “Si hay que establecer un riesgo de demanda del uso de tráfico de la autopista cuando es de peaje, nosotros entendemos que es el agente privado quien debe asumir el riesgo, y es lo que no ocurrió con otros proyectos”, explica.

“Si no pasan los vehículos que deben pasar por esa autopista (del Ámbar), el Estado no debe garantizar la rentabilidad al sector privado”, agregó.

Dijo que en el pasado, el contrato que se hizo con el Concesionaria Autopista del Nordeste establecía que el Estado debía pagar un “Ingreso Mínimo Garantizado” o “peaje sombra”, que protegiera la inversión privada, en caso de que el flujo vehicular no fuera suficiente, es decir, en caso de que los vehículos que usaran la vía no fuera como la empresa esperaba.

“En el caso nuestro…Nosotros nos oponemos totalmente  al establecimiento de peajes sombra y lo que estamos haciendo, la manera estructurada, es que el sector privado sea quien cargue con el riesgo de demanda”, agregó Freund.

Explicó que para la autopista del Ámbar se han realizado dos estudios y falta un tercero: uno por parte del agente privado, hay otro en marcha por parte del sector público y la DGAPP recibirá una colaboración técnica del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), para la revisión de una firma extranjera de todos los estudios de factibilidad que depositará en agente privado.

Los estudios se comenzaron a ejecutar desde octubre del 2020,casi al mismo tiempo cuando se presentó el proyecto a DGAPP, que luego declaró en abril del 2021 a la autopista del Ámbar como un proyecto de interés público, según Acento.

Lo que han visto, hasta ahora, es que la demanda de tráfico de la autopista Ámbar hará viable el proyecto, “sin la necesidad de que el Gobierno tenga que ponerse la mano en los bolsillos”.

Pero faltan otros trabajos de análisis más profundos. Un estudio definitivo de impacto ambiental, un segundo estudio sísmico, y una revalidación de trazado, que busca reducir a lo mínimo las expropiaciones a terceros, al tiempo que garantice un recorte de tiempo.

“Si luego de pasar por esos tres filtros realmente determinamos que la autopista no tiene la posibilidad de sostenerse sobre sí misma, el Gobierno tendrá que tomar una decisión: si ejecuta el proyecto mediante obra tradicional, o espera a que las condiciones económicas sean mejores para que pueda existir un flujo (de vehículo) más viable” explicó Sigmund Freund.

Hasta ahora, calcula se han gastado sobre los 5 millones de dólares, “y falta todavía porque que hablamos de un proyecto de infraestructura sensible, que tiene un trazado de montaña, una carretera que pasará por una cordillera y tendrá que hacerse estudios de suelo, topografía, lleva un túnel de un kilómetro de distancia. Todos los estudios que hay que llevar a cabo, son muy costosos”.

La compañía APP Quisqueya ha asumido buena parte de los costo en los estudios. Como el proyecto fue declarado “de interés público”, sucede que si la empresa ganadora de la licitación de la autopista del Ámbar no es APP Quisqueya, la elegida tendrá que reembolsarle los gastos de estudio, según explicó el funcionario.

Si el proyecto resulta viable, y los tiempos se cumplen, se deberá llamar a licitación para la construcción de esta obra a final de este 2021, iniciar la obra entre abril y mayo del 2022 y extenderse 18 meses la construcción, es decir, estaría lista entre octubre y noviembre del 2023. Si los tiempos se cumplen.

“Si la autopista del Ámbar no se sostiene y los estudios no dan, nosotros simplemente no ejecutaremos el proyecto, porque no todo proyecto puede se ejecutado por Alianza Público Privada, es una realidad”, puntualizó.

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