República Dominicana, Costa Rica y Nicaragua arrecian su política monetaria

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La estrategia de los bancos centrales de frenar la inflación a como dé lugar ha puesto en boca de expertos la siguiente frase: “la época del dinero barato se acabó”. Es así porque la política monetaria ahora ha seguido la ruta de la subida de los tipos de interés y, con ello, sus efectos son directos al consumo y la demanda interna.

El riesgo, admiten, es que también ocurra una crisis de deuda que lleve a gobiernos, empresas y público en general a una situación de impago.

En este contexto de incertidumbre global por lo que pudiera provocar la restricción monetaria, los bancos centrales de Costa Rica, República Dominicana y Nicaragua no parecen temerle a un proceso de estancamiento de sus economías. Estas entidades han demostrado que cuando de frenar la inflación se trata, la decisión de subir las tasas de interés está sobre la mesa como primera opción.

En estos tres casos, partiendo de lo que ha sucedido con su política monetaria desde noviembre del año pasado, el temor a una reacción adversa de la economía está ausente en las proyecciones.

El caso más extremo es el de Costa Rica, cuyas autoridades aumentaron su tasa de política de 0.75%, que la mantuvo entre junio de 2020 a noviembre de 2021, a 9.00% anual en octubre, es decir, 8.25 puntos porcentuales.

En República Dominicana

En el caso de República Dominicana, sin embargo, la estrategia ha costado muy caro. En lo que va año, el Banco Central (BCRD) ha aumentado su deuda en más de RD$137,000 millones, un 38.6% por encima de su máximo de 2020 cuando creció en RD$98,843.2 millones.

Los datos disponibles a la fecha establecen que la deuda acumulada de la institución monetaria cerró septiembre de este año en RD$871,172.7 millones producto de las emisiones realizadas desde 2004 tras el rescate bancario.

Desde noviembre de 2021, cuando se inició la estrategia monetaria de restringir el medio circulante, la tasa de política monetaria (TPM) ha sido ajustada en 550 puntos básicos, al pasar de 3.00% a 8.50% anual, una de las decisiones contracíclicas más pronunciadas en la historia del Banco Central dominicano.

Nicaragua, un poco tímida frente a las decisiones drásticas de las autoridades dominicanas y costarricenses, se mantuvo en aproximadamente 3.50% anual de febrero de 2021 a igual mes de 2022 cuando comenzó a subir su tasa, llevándola a 4%.

Desde que comenzó su nueva estrategia para contrarrestar la inflación, las autoridades de Nicaragua han realizado cuatro cambios en su TPM.

Según informe del Banco Central de Nicaragua, las autoridades decidieron aumentar la tasa de referencia de reportos monetarios (TRM) en 50 puntos básicos, pasando de 6.0% a 6.5%, a partir del 7 de noviembre de 2022.

Informes de prensa establecen que en el primer semestre de 2022 Costa Rica hizo crecer su deuda en moneda extranjera (vulnerable al tipo de cambio), redujo sus obligaciones a tasa fija e hizo crecer las que tienen tasa variable, en medio de un contexto mundial de tipos de cambio sumamente variables, inflación y alza de las tasas de interés.

La deuda comienza a preocupar en este contexto de subida de tasas. Un artículo publicado en el diario español Cinco Días destaca que la deuda ha subido por tres razones principales. Primero, los Gobiernos rescataron el sistema financiero. Después, apoyaron a hogares y empresas en la pandemia. Ahora están amortiguando el golpe del gas y la electricidad.

Guatemala, de su lado, ha sido más conservadora en cuanto a subir los tipos de interés. Sus autoridades mantienen sin cambio su estrategia durante los últimos 25 meses, a pesar del entorno de volatilidad que muestran los precios.

Sin embargo, según los datos disponibles, la inflación anualizada en Guatemala alcanzó el 9.03% y acumulada de 7.9% en lo que va de 2022.

Endeudamiento

De acuerdo con la Dirección General de Crédito Público, al 30 de septiembre de 2022 el saldo de la deuda externa e interna del sector público no financiero (SPNF) totalizó US$52,665.3 millones, representando el 46.9% del producto interno bruto (PIB) estimado, que a agosto era de US$112,222 millones.

El saldo de deuda del SPNF, según la entidad, está compuesto en un 69.2% por deuda externa, la cual presentó un saldo insoluto de US$36,453.4 millones, mientras que el 30.8% restante corresponde a deuda interna, que totalizó RD$865,415.2 millones, equivalentes a US$16,211.9 millones, a la tasa de cambio de RD$/US$53.3816.

Destaca que estos montos representan el 32.5% y el 14.4% del PIB estimado, respectivamente. Del total de la deuda interna unos US$2,479.5 millones (2.2% del PIB) es deuda intergubernamental de bonos emitidos por el Gobierno central para la recapitalización del Banco Central.

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