Economías emergentes son motor del mundo, tras covid-19

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Los acontecimientos históricos de los últimos dos años, en definitiva, marcaron un antes y un después en la humanidad. A nivel económico, los países no solo intentan recuperarse del impacto y consecuencias del coronavirus, sino también del embate de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Uno de los efectos colaterales del pandémico 2020 y 2021, en palabras del economista Raúl Hernández, fue “el exceso de liquidez”, al cual los bancos alrededor del mundo combaten con políticas monetarias.

Todas las medidas para lograr estabilidad ante los eventos imprevistos, cambiaron las perspectivas de crecimiento para todos los países. Cuando se debería hablar de recuperación, se hace de desaceleración.

“El Fondo Monetario Mundial y los Ministerios de Hacienda, en sus últimas previsiones de cómo se ve el mundo, mostraron una desaceleración importante para 2022 y aún más en 2023”, sostuvo el economista. No obstante, ese panorama está “muy concentrado” en los países desarrollados.

Aun así, la sorpresa o donde hay que poner la mirada, es en los países emergentes, de acuerdo con Hernández, durante la presentación “política monetaria, mercados, precios y salarios” en el marco del II Foro Económico elDinero. “Hoy, la fuente desaceleración está concentradas en economías más desarrolladas”, dijo, haciendo referencia a Europa y Estados Unidos.

La contracción de la actividad económica global se extendió a su tercer mes consecutivo. Todo lo anterior, “nos enseñó a todos los países emergentes a hacer una tarea bien hecha”. Es así como las economías emergentes “somos de una manera”, el motor del mundo en este momento, afirmó el economista.

En ese sentido destacó el desempeño de República Dominicana en la región. “Estamos teniendo, todavía, un mundo con una alta presión, es decir, inflación”, afirmó, al tiempo que explicó que, si bien comenzó a reducirse, sigue estando en niveles por encima que les gustan a las autoridades monetarias.

República Dominicana

Al tratar el panorama local, si bien sostuvo que el mundo vive una situación que calificó de delicada, por la restricción de crecimiento, entiende que es un alivio puntual de corto plazo en temas de precios para el país.

En el caso de República Dominicana, “seguimos viendo una economía de alto crecimiento” dijo. En ese sentido, agregó que en momentos en que se está hablando de desaceleración, y de algunas economías “importantes” con crecimiento negativo, es decir, recesión, en el país “seguimos creciendo”.

El crecimiento promedio interanual, entre enero y septiembre, fue 5.4%. Aproximadamente el 60.0% del total de la economía presentó incremento, así como una variación interanual acumulada de 7.2%.

De acuerdo con datos presentado durante su participación, los sectores con mejor desempeño fueron el de hoteles, bares y restaurantes (28.9%), salud (11.7%), otras actividades de servicios (9.1%), administración pública (7.8%), transporte y almacenamiento (7.0%), así como comercio (6.6%).

A futuro, sus perspectivas son optimistas. “Cuando aún no se habla de corregir el crecimiento del 2023, estamos hablando de 4.5%, 4.7% y algunos escenarios 5%. Entonces, seguimos vendiendo en la región capacidad de crecimiento en corto plazo”, sostuvo.

No obstante, no todo parece ser color de rosa. Entiende hay un sector que debería desacelerarse de cara a 2023. Se refirió a turismo, en vista del descenso como actividad económica. Presentó un 42% en el primer trimestre, un 28% en el segundo y un 19% en el tercero, para un promedio de 28.9% en los primeros nueves meses.

De acuerdo con el economista, esos indicadores reflejan que para final del 2023 debería “gradualmente” llegar a 8% o 9%. “Positivo, pero ya no es gran estímulo”, agregó. Asimismo, señaló que el nuevo crecimiento vendría en el área de construcción, “que se rezagó bastante por los primeros meses”. Ese sector representa hasta 14% del producto interno bruto (PIB).

El repunte que podría presentar, “debería compensar” la desaceleración del sector de hotelería y restaurantes. En ese sentido, si bien confirmó que el país va en una desaceleración, entiende que no es nada que vaya a llegar a una contracción económica.

Mercado de trabajo

De acuerdo con datos presentados por el economista, el total de personas ocupadas alcanzó los 4.7 millones de trabajadores. Lo anterior indica que la tasa de desocupación abierta se redujo en 3.2 puntos porcentuales.

Luego de un mínimo histórico (no sostenible por la pandemia de covid-19), alcanzado en el periodo enero-marzo de 2021, llegó al 8.0%, y para julio-septiembre de 2022 cerró el trimestre en 4.8%. Las perspectivas del cuarto cuatrimestre del 2022 y el primero del 2023 serían de estabilización en torno a ese valor. Hernández destacó que pudiera mejorar parcialmente para la segunda mitad de 2023.

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